Hoy me desperté con el dolor de la confirmación, mi vida seguiría igual en algún aspecto…
¡Maldita sea!
(Rebasando en coqueterías para disimular la debilidad que le provocas a mi ser cuando te veo.)
Caería a sus pies y me treparía por sus piernas hasta estrangularlo con las mías.
Como tanta pasión esta prohibida por la pacata ciudad en la que vivo, tendré que conformarme con hacerme la lady. Morderme los labios y decirle con el pensamiento que me robe para él.